Juego de Palabras: Desorden Sobre Ruedas, Urge Renovar el Transporte Público en el Edomex
Por Marco Antonio Aguilar:
El transporte público en el Estado de México es utilizado por 18 millones de personas, una cifra impresionante que revela la magnitud del desafío que enfrenta la autoridad. Sin embargo, lo que debería ser un simple viaje se convierte en un desafío lleno de incertidumbre. De las 180 mil concesiones de transporte público de pasajeros , casi el 90% están vencidas. Pero lo más alarmante es que algunos concesionarios operan hasta 70 autobuses con una sola concesión. Imaginemos la cantidad de autobuses obsoletos y contaminantes que recorren nuestras calles, afectando no solo la calidad del aire, sino también la seguridad de los pasajeros.
Daniel Sibaja, secretario de Movilidad Estatal, es un hombre con buenas intenciones y un trato amable. Sin embargo, su gestión hasta ahora no ha logrado ni siquiera confinar el transporte público a un carril exclusivo. En el Valle de Toluca, por ejemplo, la falta de control permite a los chóferes del transporte público conducir como les plazca, lo que provoca infinidad de accidentes y personas atropelladas, muchas de las cuales desgraciadamente fallecen.
La renovación de los autobuses es una necesidad urgente. Los vehículos actuales no solo son viejos y dan un pésimo aspecto, sino que también carecen de las condiciones mínimas de seguridad y confort. Los chóferes, a menudo mal capacitados y sin la documentación en regla, manejan con la música a todo volumen y el celular en la mano, mientras las autoridades parecen mirar hacia otro lado.
Es crucial que los concesionarios se vean obligados a renovar sus unidades y que cada concesión vigente corresponda a un solo autobús. Esto no solo mejoraría la seguridad y eficiencia del transporte, sino que también reduciría la contaminación y los accidentes, ofreciendo un servicio más seguro y digno para los usuarios.
Además, la inseguridad en el transporte público es alarmante. En 2023, el Estado de México ocupó el primer lugar en asaltos, con cerca de 5000 incidentes reportados. Esta barbaridad no puede ser ignorada y requiere una respuesta contundente por parte de las autoridades.
Renovar el transporte público no es solo cuestión de modernizar vehículos, sino de mejorar la calidad de vida de millones de personas que dependen de él. Es hora de que las autoridades y concesionarios actúen con responsabilidad y compromiso para transformar el transporte público en un servicio seguro, eficiente y respetuoso con el medio ambiente. La vida de millones de mexiquenses está en juego, y merecen un transporte público que esté a la altura de sus necesidades y aspiraciones.
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