Rayados enfrentará al América en la gran final de la Scotiabank Concacaf Champions League.
Suspenden 10 minutos el encuentro debido al grito homofóbico.
En la segunda llave de las semifinales en partido de vuelta de la Liga de Campeones de la Concacaf, la Máquina Cementera del Cruz Azul recibía a los Rayados del Monterrey en el Estadio Azteca, en partido que terminó con goleada 1-4, en favor de los visitantes y así, dejar el marcador global de 1-5 para que los regios estén en la final.
El marcador se abrió a los 07 minutos con gol de Maxi Meza, despues de recibir dentro del área y cruza su disparo para vencer a Jurado, dos minutos despues, tiro libre que fue cedido en corto a Orbe para que sacara un riflazo que venció a Andrada, al 17 Duván Vergara, recibe dentro del área, recorta ante la marca de Rivero y saca un derechazo que se incrusta en el ángulo para poner el 1-2, pero diez minutos despues hay polémica, el fuera de lugar de Vergara existía pero el silbante considera que no tocó el balón antes del corte de Rivero para que Funes Mori ponga el 1-3 y así terminara la primera mitad del juego.
En la segunda parte llegaría otro gol de Rayados, otra vez por parte de Rogelio Funes Mori, al minuto 53, y así concretar la llave para que los del norte estén de nueva cuenta en otra final para pelear por el campeonato de la zona centroaméricana de clubes.
Cruz Azul vivió una noche espantosa en la cancha con una goleada a manos de Rayados, pero en la tribuna sus aficionados también dieron pena, porque por culpa del grito homofóbico detuvieron la semifinal y los jugadores se fueron a los vestidores durante 10 minutos, fueron cuatro ocasiones en las que el infame grito despectivo apareció en los despejes del portero argentino de Monterrey, Esteban Andrada, por lo que el silbante César Arturo Ramos Palazuelos tuvo que detener el juego en dos oportunidades en un lapso de no más de siete minutos.
Durante los más de 10 minutos en que se detuvieron las acciones, elementos de seguridad invitaron a varios seguidores de la Máquina a retirarse del Estadio Azteca, así como a algunos hinchas de Rayados, ubicados en una de las cabeceras para evitar encontronazos y desmanes.
El partido se reanudó con el cronómetro en 64:14 con menos gente en la tribuna, ya que otros tantos se fueron voluntariamente del inmueble al ver que su equipo tenía una desventaja de cinco goles en el global.