Gobernar no es un show
Juego de Palabras
Por Marco Antonio Aguilar
Los presidentes municipales necesitan enfocar bien sus prioridades y darse cuenta rápido que no son estrellas de cine ni influencers. En una era donde las redes sociales dominan la atención pública, es fácil caer en la tentación de buscar popularidad a través de fotos y videos. Pero, sinceramente, ¿a quién le interesa ver a un funcionario público posando para la cámara cuando las calles de su comunidad están llenas de baches y la inseguridad aumenta día tras día?
Lo que los habitantes necesitamos es seguridad y servicios públicos de calidad. Es fundamental que quienes ocupan cargos de elección popular recuerden que su principal responsabilidad es servir a la comunidad que los eligió. No se trata de cuántos “me gusta” obtienen en sus publicaciones, sino de cuántos problemas resuelven y de cuántas vidas mejoran con su gestión.
La seguridad, por ejemplo, es una de las mayores preocupaciones de cualquier ciudadano. No queremos promesas vacías ni discursos llenos de retórica. Queremos acciones concretas: más patrullas, mayor presencia policial en las calles y programas de prevención del delito. La sensación de poder caminar tranquilos por nuestra colonia no tiene precio, y es responsabilidad de los presidentes municipales garantizarla.
Por otro lado, los servicios públicos son el reflejo más claro de la eficiencia de una administración. El alumbrado público, la recolección de basura, el mantenimiento de parques y jardines, y la reparación de la infraestructura vial son aspectos que impactan directamente en la calidad de vida de los ciudadanos. Es aquí donde se ve el verdadero compromiso de un presidente municipal con su comunidad.
No se trata de desaparecer de las redes sociales, sino de utilizarlas con propósito. En lugar de publicaciones superficiales, ¿por qué no informar a la ciudadanía sobre los avances en proyectos de seguridad o infraestructura? ¿Por qué no utilizar estas plataformas para rendir cuentas y escuchar las preocupaciones de los ciudadanos? La transparencia y la comunicación efectiva son herramientas poderosas para construir confianza y demostrar que se está trabajando por el bienestar común.
En resumen, los presidentes municipales deben recordar que fueron elegidos para gobernar, no para entretener. La popularidad efímera en las redes sociales no se compara con el impacto duradero de una gestión eficiente y comprometida. Las verdaderas estrellas de esta historia no son aquellos que buscan el reflector, sino quienes trabajan incansablemente para que sus comunidades sean lugares más seguros y con mejores servicios. Eso es lo que realmente importa, y eso es lo que los ciudadanos merecen.