Tiempos de Austeridad: Un Juego de Palabras Autónomo
Por Marco Antonio Aguilar
En el vasto panorama del Estado de México, las palabras “austeridad” y “responsabilidad” han tomado un papel protagónico. En este espacio valoramos la importancia de los organismos autónomos, reconociendo su papel fundamental en nuestra sociedad. Sin embargo, instamos a estos entes a alinearse con el plan de austeridad que resuena a nivel nacional y estatal. La maestra Delfina Gómez Álvarez gobernadora del Estado de México, ha demostrado con firmeza que se puede gobernar sin excesos, y es hora de que todos sigamos su ejemplo.
Los organismos autónomos del Estado de México tienen una responsabilidad que trasciende sus funciones. En un momento en que la austeridad es la consigna, deben ajustar sus velas y navegar con prudencia. No se trata solo de recortar gastos, sino de redirigir los recursos hacia donde realmente hacen falta. Viajes innecesarios, lujos exorbitantes y comidas pagadas con recursos públicos deben ser cosa del pasado.
La Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, la Fiscalía General de Justicia, el Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales del Estado de México y Municipios, el Instituto Electoral del Estado de México, el Tribunal de Justicia Administrativa del Estado de México, el Tribunal Electoral del Estado de México, y la Universidad Autónoma del Estado de México tienen una responsabilidad añadida. En una era donde la transparencia es más que un concepto y la justicia es más que una aspiración, cada gasto debe ser justificado no solo con cifras, sino con impacto tangible en la vida de los ciudadanos. La austeridad no es una limitación, sino una oportunidad para demostrar que la eficiencia y la eficacia pueden ir de la mano.
La maestra Delfina Gómez Álvarez, ha dado un claro ejemplo de cómo se puede gobernar sin excesos. Este ejemplo debe ser seguido por todos los titulares y empleados de los organismos autónomos, quienes deben entender que los tiempos han cambiado. Los recursos son pocos y las necesidades son muchas. Millones de mexiquenses los observan, esperando que actúen con la misma responsabilidad y compromiso.
Es hora de que estos organismos autónomos se conviertan en modelos de austeridad y eficiencia. No más viajes de lujo, no más gastos innecesarios. La administración de los recursos públicos debe ser tan transparente como los objetivos que persiguen. La verdadera autonomía se demuestra en la capacidad de autogestionarse con responsabilidad y compromiso hacia el bien común.
En este juego de palabras, la “austeridad” es la clave para un futuro más justo y equilibrado. Los organismos autónomos tienen en sus manos la posibilidad de liderar con el ejemplo y mostrar que, en tiempos de necesidad, la responsabilidad y el compromiso con el pueblo son lo que realmente cuenta.