CARMELO ANTHONY HACE HISTORIA EN LA PRIMERA VICTORIA DE LOS LAKERS
* Con marcador en la pizarra de 121-118 ante los Grizzlies, los Lakers obtienen su primer triunfo en la NBA.
Carmelo Anthony ha emergido como héroe y líder en la primera victoria de la temporada para los Ángeles Lakers, lo ha hecho con un partido excepcional: 28 puntos en casi 28 minutos, 10 de 15 en tiros de campo y 6 de 8 en triples, incluidos dos en el último cuarto (en el que ha anotado 12 tantos) que han dado a los Lakers una ventaja que ya no perderían, asistido por Westbrook, LeBron o Austin Rivers, Carmelo ha sido un festival constante y una máquina de conseguir una cantidad ingente de puntos.
Y como antaño, ha podido hacerlo también con lanzamientos de media distancia, pero adaptado a ese nuevo baloncesto que le relegó a un segundo plano: casi nada de posteo, menos tiempo de bote, más uso del catch and shoot y muchos ataques esperando una oportunidad en las esquinas, un soplo de aire fresco para el jugador y para Frank Vogel, al que el resultado le da cierto margen para la tranquilidad (porque en los Lakers nunca se está tranquilo) mientras ve como arregla las taras que siguen existiendo.
Carmelo, que se ha avanzado al noveno puesto en la lista de anotadores históricos, no estuvo solo, pero sí fue el mejor de los suyos; Westbrook mejoró y se fue a 13 puntos y 13 asistencias, pero desapareció en el último cuarto, LeBron y Davis tuvieron una actuación ligeramente más discreta: 19+6+6+2+2 para el primero (en 40 minutos de juego, ojo con eso) y 22+8+2, con 4 tapones, para el segundo.
Donde más nivel estadístico hubo fue en los Grizzlies, claro, que tuvieron a Ja Morant como líder épico y espiritual: 40 puntos y 10 asistencias para el base, enormérrimo, magnífico y extraordinario. Melton se fue a 13 tantos, Desmond Bane a 17 y Steve Adams se hizo fuerte ante Davis (14+16+6, muy buena actuación). Pero, esta vez, nadie pudo frenar ese viaje al pasado de Carmelo Anthony. Eso sí, del pasado no se vive. Y los Lakers necesitan algo más si quieren aspirar a algo más que sumar alguna que otra en regular season despertando una sonrisa.