CUMPLE MORELOS 146 AÑOS DE HABERSE ERIGIDO COMO MUNICIPIO MEXIQUENSE
• Invita Secretaría de Cultura y Turismo a visitar este lugar que se encuentra a solo 63 Km de la capital mexiquense.
• Es famoso por sus blusas bordadas, manteles y, en época navideña, la elaboración de piñatas.
El Estado de México es un territorio rico en tradiciones, gastronomía, fiestas, danzas y centros turísticos que ofrecen al público la posibilidad de disfrutar de estas bondades regionales y descubrir un entorno único.
Tal es el caso de Morelos, que un 8 de octubre, pero de 1874, por decreto, se erigió como municipio del territorio mexiquense y es ahora un referente turístico del norte de la entidad.
Es, sin duda, una excelente opción para visitar en familia, su cercanía con la capital de estado permite llegar en 50 minutos y disfrutar de una deliciosa barbacoa de borrego hecha en horno de tierra, con pencas de maguey y ramas de aile, o comer mole verde o rojo, yijis (huevos de hormiga), gusanos de maguey o mixiote de carnero o pollo.
Para celebrar sus primeros 146 años, la Secretaría de Cultura y Turismo invita a descubrir este lugar que en la época colonial se llamaba San Bartolomé, luego, en 1715, cambió por el nombre de San Bartolomé de las Tunas, hasta que en 1874 cuando se convierte en municipio adopta el nombre San Bartolomé de Morelos y desde la Revolución lo nombran San Bartolo Morelos.
A la fecha San Bartolo Morelos es la cabecera municipal y el municipio conserva el nombre de Morelos, derivado del cual posee una de las obras escultóricas más importante “José María Morelos”, de Jorge Alarcón, que fuera construido en 1972 y que se ubica en el cerro de las Peñitas. Su altura alcanza los 20 metros y su estructura pesa 70 toneladas.
Un recorrido imperdible es el que se puede hacer para conocer los cascos de las haciendas Santa Cruz y La Epifanía, del siglo XIX, así como los ranchos San Antonio Trojes y La Malintzin, para descubrir la herencia cultural de aquella región.
Para las y los amantes de las artesanías, en Morelos se puede conseguir la cerámica conocida ya por su calidad, diseños y por su tradicional color ámbar. De igual forma, cuenta con una importante confección de quezquémetl, rebozos, cobijas y jorongos de lana, con figuras y grecas.
En época navideña predomina la elaboración de piñatas que llenan de color los caminos y hogares de este pueblo en el que se encuentra la presa El tigre, ubicada a 2 kilómetros de la cabecera municipal y en la que se puede disfrutar del paisaje y practicar la pesca.
Otro centro turístico para visitar es el parque Boxhiguí, situado a 700 metros de la cabecera municipal y que, con tres hectáreas cubiertas de pinos y cedros es el lugar idóneo para descansar.
A punto de cumplir 146 años, este municipio ofrece una gran experiencia, pues además es cuna de una variada fauna como el cacomixtle y el coyote, que han dado lugar a diversas leyendas.
Con bajo costo, puedes disfrutar de un momento agradable, con comida rica y bellos paisajes. Lo recomendable es ir bien abrigado ya que el clima que predomina en la región es frío.